La arquitectura industrial en México está atravesando una transformación profunda impulsada por la digitalización. Lo que antes era un campo dominado por la eficiencia estructural y el aprovechamiento del espacio, hoy se redefine a partir del uso de herramientas inteligentes que permiten diseñar, construir y operar edificaciones industriales con niveles de precisión y sustentabilidad nunca antes vistos.
La arquitectura industrial en México está atravesando una transformación profunda impulsada por la digitalización. Lo que antes era un campo dominado por la eficiencia estructural y el aprovechamiento del espacio, hoy se redefine a partir del uso de herramientas inteligentes que permiten diseñar, construir y operar edificaciones industriales con niveles de precisión y sustentabilidad nunca antes vistos.
Durante la Expo CIHAC 2025, celebrada a inicios de octubre en la Ciudad de México, especialistas coincidieron en que la innovación tecnológica, la inteligencia artificial (IA) y la metodología Building Information Modeling (BIM) están marcando el rumbo del futuro de la construcción. Lo que comenzó como un apoyo para visualizar modelos tridimensionales se ha convertido en un ecosistema digital que conecta arquitectura, ingeniería, manufactura y operación en tiempo real.
El BIM permite que arquitectos e ingenieros trabajen sobre un modelo unificado en el que convergen estructura, instalaciones, materiales, costos y tiempos de ejecución. En el ámbito industrial, esta integración resulta crucial: una nave o parque industrial debe planificarse con exactitud milimétrica, ya que su funcionamiento depende del flujo eficiente de materias primas, maquinaria y personal. Gracias al modelado digital, es posible anticipar interferencias, optimizar rutas internas, prever consumos energéticos y calcular el impacto ambiental antes de colocar la primera viga.
La incorporación de inteligencia artificial lleva este proceso un paso más allá. Los algoritmos son capaces de analizar variables topográficas, climáticas y logísticas para sugerir la mejor orientación del edificio, la ubicación de accesos o la distribución óptima de áreas productivas. La IA no solo acelera la fase de diseño, sino que también ofrece información predictiva para la operación futura de las instalaciones. Con ello, los arquitectos industriales dejan de ser únicamente proyectistas para convertirse en estrategas de eficiencia y sostenibilidad.
Otra innovación que está ganando terreno es el uso de gemelos digitales, réplicas virtuales de las edificaciones que se actualizan con datos en tiempo real provenientes de sensores IoT instalados en la estructura física. En una nave industrial, estos sistemas permiten monitorear consumo energético, temperatura, vibraciones o desgaste de materiales, anticipando fallas antes de que se produzcan. El mantenimiento predictivo, alimentado por IA, reduce tiempos muertos y costos operativos, mejorando la seguridad y la vida útil del inmueble.
La digitalización también se traduce en beneficios ambientales. Al simular cada etapa del ciclo de vida del edificio, se pueden seleccionar materiales con menor huella de carbono, planificar desmontajes o reciclaje de componentes y diseñar con estrategias pasivas que reduzcan el consumo energético. Esta visión está alineada con la economía circular y las metas de sustentabilidad que empresas mexicanas y extranjeras están adoptando en los parques industriales del país.
Estados como Querétaro, Guanajuato, Nuevo León y el Estado de México ya comienzan a aplicar estos principios en nuevos desarrollos industriales. Algunos parques incorporan sistemas fotovoltaicos modelados desde la etapa de diseño BIM, además de plataformas digitales para controlar iluminación, climatización y seguridad de manera remota. El resultado son espacios más eficientes, adaptables y preparados para las demandas de la manufactura avanzada y el nearshoring.
En este contexto, la arquitectura industrial se convierte en un campo estratégico para el desarrollo económico y tecnológico de México. Adoptar herramientas digitales no es solo una cuestión de modernidad, sino de competitividad: cada proyecto diseñado con precisión, inteligencia y sustentabilidad aporta valor a la cadena productiva nacional.
La digitalización y la inteligencia artificial no reemplazan al arquitecto; lo potencian. Permiten imaginar fábricas y centros logísticos que funcionan como organismos vivos, capaces de aprender, adaptarse y optimizarse continuamente. En esta nueva era, el diseño industrial deja de ser una respuesta estática y se convierte en una plataforma dinámica donde la tecnología y la creatividad se encuentran para construir el futuro.
Fecha: 3 Noviembre 2025
Fuente: Industrial Real Estate México
ING. DULCE SALINAS